Neobancos

Los neobancos, bancos virtuales, bancos digitales o bancos por internet nacen en pleno siglo XXI en Reino Unido y Alemania, como fintech especiales o empresas emergentes dedicadas a los servicios financieros y cuya particularidad esencial se basa en una prestación cien por cien online. Y decimos que son fintech especiales por cuanto una fintech se alza como intermediaria bancaria, mientras que el neobanco es una entidad bancaria como tal.

Ésta nueva banca tiene dos formas de existir. Por un lado, aquellas entidades autónomas con licencia bancaria propia, como son N26 o Revolut, y, por otro lado, las que se asocian a una entidad física y tradicional para prestar los servicios de forma online. Ejemplos de estos últimos son MyInvest, creado por Andbank o Imagin de Caixabank.

Debido al bajo coste en cuanto a infraestructuras, los neobancos han tenido una gran y rápida expansión por Europa y América. Consecuencia directa de ello, sus comisiones e intereses suelen ser más bajos que los ofrecidos por la banca tradicional, un aspecto muy atractivo para sus clientes.

Entre sus productos más destacados están la posibilidad de tener una cuenta en varias divisas, menores comisiones en las transferencias internacionales o cero comisiones para invertir en bolsa o criptomonedas. Aunque sus servicios, si hablamos de entidad autónoma, son menos amplios que un banco tradicional, como ya hemos expuesto, al asociarse con otras entidades, pueden ampliar el abanico y ofrecer servicios más complejos como préstamos o fondos de inversión.

No obstante, los neobancos presentan ciertas desventajas que le restan atractivo. Por un lado, siendo una aplicación cien por cien online, hace que no esté prevista para todos los consumidores. Por otro lado, no ofrece todos los servicios clásicos bancarios o no tiene porque tener una inspección de un supervisor financiero formal.

Con todo, la propia banca tradicional esta evolucionando hacía un servicio tecnológico, algo que, con el control y el equilibrio necesario, será un éxito para todos. Por ello, los neobancos están ubicándose en el mercado y prevemos que en un futuro no muy lejano, están entidades tendrán un porcentaje mayor que la propia banca clásica o, al menos, como híbridos de la misma.